ME DIRIJO A VOSOTROS
Una noche oscura se ha descendido sobre la Tierra como en el tiempo antes de Mi venida. Es la misma angustia, la misma oscuridad, es un estado lamentable en el que se encuentra la humanidad, con pocas excepciones … Está deambulando sin luz, extraviándose, está espiritualmente ciega, completamente a merced del poder de Mi adversario, aunque hay una ayuda, pero ella no la acepta y, por lo tanto, se dirige desesperanzada hacia el abismo.
Una vez más, la oscuridad en la Tierra es tan grande que la luz tiene que ser llevada a la humanidad, una vez más la Luz Misma asciende a la Tierra en la Palabra para traer Salvación a la humanidad … pero una vez más los humanos no la reconocen porque no están dispuestos a aceptar la luz y porque carecen completamente de amor. Una vez más vendré a la Tierra, pero entonces no para la Redención, sino para el juicio, porque los seres humanos rechazan las gracias de Mi obra de Redención y, por lo tanto, no pueden ser ayudadas en su angustia espiritual.
Sin embargo, continuamente Me vuelvo a recordar a los seres humanos sobre Mi Mismo; continuamente dirijo sus pensamientos a Mi descenso a la Tierra, al gran acto de misericordia que realice como el hombre Jesús por la humanidad, por todos los seres humanos del pasado, presente y del futuro … Incluso entonces, era necesario brindar ayuda a los humanos; Un ser humano tenía que mostrar misericordia a sus semejantes con amor y mostrarles lo que el amor es capaz de hacer … que sacrificios era capaz de hacer un ser humano en cuyo corazón ardía el amor por sus hermanos desafortunados … Y así una luz entro en la oscuridad; un Ser del reino de la luz Se unió a los humanos en la Tierra, y también busco brindarles luz que solo podía encenderse a través del amor, para que no se extinguiera nunca más …
Los humanos carecían de todo amor, y los pocos que Me reconocieron aún estaban cargados con el pecado de la apostasía de Mí, pero Me reconocieron y clamaron a Mí en busca de ayuda … Y escuché su clamor y los envié un Salvador. Envié a Mi Hijo a la Tierra para entonces poder habitar en Él, Yo Mismo … para redimiros a vosotros, los humanos, del pecado y de la muerte. El niño Jesús absorbió este Espíritu de luz en Sí Mismo, y entonces recorrió conscientemente el camino terrenal como ser humano y mostró a todos sus semejantes el camino que ellos también tenían que tomar para liberarse del poder de Mi adversario.
Ala humanidad le faltaba la luz del amor, el hombre Jesús la encendió en Sí Mismo hasta convertirla en una llama brillante … Y rompió la oscuridad de la noche y también dirigió la luz a Sus semejantes … Les enseño sabiduría y amor, les dio conocimiento, los ilumino donde aún había oscuridad dentro en ellos … Y Su luz brilló sobre todos, Judíos y los paganos por igual … Y conscientemente Se enfrentó a Mi adversario a la lucha, le arrebató almas con Su amor abrumador, pagando el precio por ellos con un sacrificio inusualmente difícil; sufriendo indeciblemente y muriendo en la cruz …
Y con esta obra de amor, logró la victoria sobre aquel que ahora tenía que liberar a quienes conscientemente aceptaron el sacrificio y estuvieron dispuestos a ser redimidos por Jesús … el hombre que para Mi sólo era un caparazón, porque Yo, como Amor Eterno, quería redimiros, y esta obra de Redención tenía que realizarse visiblemente ante vuestros ojos humanos. Como ser humano Me enfrentó a Mi adversario y le arrebaté las almas … Pues Mi amor por vosotros, Mis criaturas, es infinito, y lucharé eternamente por vuestras almas, porque sois Míos desde el principio.
Sin embargo, a pesar de esta obra de Redención, la oscuridad que se extiende sobre la Tierra es impenetrable una vez más, pues ya no queda amor entre la humanidad, el único que puede encender la luz … Y aunque Mi luz de amor sigue irradiando sobre la Tierra en forma de Mi Palabra … donde no hay amor, no se reconoce ni se acepta, y por lo tanto sólo se perciben destellos aislados de luz. Y donde irradia tal luz de amor, allí también la oscuridad se ha desvanecido para siempre, pues allí están los Míos, que encontraron la Redención a través de Jesucristo y que ahora llevan Mi luz de amor en su interior … a quienes Yo vendré en las nubes cuando tenga lugar Mi regreso definitivo a esta Tierra …
Amén